Imágenes grabadas en un pantano de la localidad de Assumption en Luisiana (USA) donde podemos apreciar como se traga toda una fila de árboles, poco a poco se va tragando el bosque que le rodea.
Un estadounidense que hace cincuenta años lanzó al océano Atlántico un mensaje dentro de un frasco lo ha recuperado, después de que fuera encontrado a poco más de 300 metros de donde lo arrojó, informa el diario ‘New York Daily News’ en su página web. Dennis Komsa, que entonces tenía 12 años, lanzó el mensaje desde Seaside Hights, en la costa de Nueva Jersey, como uno de los experimentos científicos que realizaba con su padre. “A quien pueda concernir, por favor rellene el siguiente cuestionario y envíelo por correo. Esto es un experimento científico de Dennis Komsa, de 12 años”, comenzaba el mensaje, enviado el 16 de agosto de 1963.
“¿Dónde se encontró la jarra? ¿Cuándo se encontró? Cómo se encontró? ¿Hay algo más que pueda ayudarme?”, concluía la nota, que incluía 5 centavos para un sello, así como la dirección de Komsa. El frasco fue encontrado el año pasado por Norman Stanton, a poco más de 300 metros de donde había sido arrojado, mientras retiraba escombros arrojados a la orilla por el huracán “Sandy”, que golpeó Nueva Jersey y Nueva York el pasado 29 de octubre.
Aunque Stanton encontró el tarro de cristal el año pasado, no pudo encontrar a Komsa (que ahora vive en Hillsborough, Nueva Jersey) y entregarle el mensaje hasta el pasado sábado. “Cualquier cosa es posible”, señaló el diario el autor del mensaje.
(message in a bottle-The Police)
Cuando César Ceñal y Pachi Sánchez salieron ayer hacia la playa de Merón para practicar pesca submarina no se imaginaron que volverían con las manos tan llenas. Los jóvenes pescadores, vecinos de Gijón, se disponían a regresar a tierra firme cuando, aproximadamente a media milla de la costa, descubrieron el cuerpo de un calamar gigante muerto y flotando en el agua. No sin esfuerzo, lograron subirlo a la lancha y lo llevaron hasta el Puerto Deportivo de Gijón, donde causó una gran expectación. Decenas de gijoneses y turistas se acercaron a la antigua rula para contemplar al animal. Los niños eran los más sorprendidos y, mientras a unos les parecía un «monstruo», a otros lo que les llamaba la atención era el enorme tamaño de sus ojos que, según ellos, parecían «huevos fritos».
El primero en tres años
Tras realizar un primer examen del ejemplar sobre el terreno, el presidente de la Cepesma, Luis Laria, explicó que se trataba de una hembra de Architeuthis Dux de más de 70 kilos y ocho metros de longitud incluyendo los tentáculos. Laria también destacó que se trata del primer calamar gigante recogido en aguas asturianas en los últimos tres años y que no suele ser habitual que estos animales aparezcan flotando por esta zona, sino que suelen ser capturados de forma accidental al practicar pesca de arrastre. «Teniendo en cuenta que en las últimas horas hemos tenido vientos procedentes del Noreste, lo más probable es que el calamar haya sido arrastrado desde la Fosa de Carrandi, que es una de las zonas del planeta donde más proliferan estos animales», afirmó el conservacionista.
Respecto a la muerte del calamar hallado ayer, Laria declaró que podría haber ocurrido por la mañana, teniendo en cuenta el perfecto estado de conservación que presentaban los restos. El equipo de la Cepesma procedió a recoger al animal para trasladarlo a sus instalaciones, en Luarca, donde a lo largo de los próximos días se le realizará una necropsia para poder averiguar las causas de la muerte. Pese a que el calamar presentaba evidencias de haber sido mordido, y la mayor parte de los tentáculos habían desaparecido, el presidente de la coordinadora explicó que lo más probable es que las lesiones se hubiesen producido post mortem. Tampoco se sabe cuántos años puede tener, puesto que «la edad de los calamares gigantes es un misterio. Unos expertos dicen que pueden alcanzar los seis años, y otros, que nunca sobrepasan los cuatro y medio», destacó Laria.
Lucía Ramos en El Comercio
En la tarde de ayer (15.08.13) aparecía en la playa de Luis Siret de la pedanía cuevana de Villaricos, un extraño ‘cuerpo’ de más de cuatro metros de longitud de lo que podría parecer un gran pez, pero en un estado avanzado de descomposición, que una vez en la orilla, producía el asombro y también los comentarios de todo tipo ante lo novedoso del hallazgo.
En una primera impresión y con las fotos que no dejaron de circular por la red, todos los que comentaron preguntaban qué era esa criatura porque daba una impresión, poco menos, que de especie de ‘monstruo del Lago Ness’, hablaron de ‘pez mutante’, e hicieron un montón de jocosos comentarios.
Lo cierto es que Protección Civil de Cuevas avisó a los compañeros de Promar en Pulpí. “En verano estamos vigilando las playas, una señora encontró una parte y nosotros ya ayudamos a sacar el resto. No tenemos ni idea de lo que puede ser, oler, olía mal, porque estaba muy descompuesto. Los expertos de Promar están viendo qué podría ser”, explica la coordinadora de Protección Civil de Cuevas, María Sánchez.
La Asociación en Defensa de la Fauna Marina (Promar) en Almería esta procediendo a analizar las fotografías tomadas a los restos de un “extraño” animal marino de unos cuatro metros de longitud que fue avistado por bañistas en el litoral de Cuevas del Almanzora.
Así lo ha indicado el coordinador del colectivo, Francisco Toledano, quien ha indicado que solo se ha tenido acceso a las imágenes tomadas de los restos arrastrados al arenal por el fuerte oleaje, que se han distribuido a otras organizaciones integradas en la red de varamientos para su identificación.
Toledano ha señalado que los primeros datos apuntan a que se trata de una “especie de pez” si bien no se ha precisado el ejemplar podría corresponder dado el avanzado estado de descomposición que presentaba el animal cuando fue avistado por los bañistas de la playa ‘Luis Siret’, en la pedanía de Villaricos.
En esta línea, ha apuntado que el “mal estado” de los restos obligó a los efectivos de Protección Civil de Cuevas del Almanzora que se hicieron cargo de su retirada a entregarlo al Ayuntamiento, que ha procedido a su enterramiento por razones de salubridad.
Fuentes:
Las ‘cabañuelas’ son un método de predicción meteorológica que reune un conjunto de métodos tradicionales que pretenden predecir el tiempo atmosférico a largo plazo. Actualmente la meteorología considera que, aunque la predicción a corto plazo mediante el saber popular y la experiencia es perfectamente factible, no sucede así con la predicción a largo plazo, motivo por el cual es considerada una pseudociencia.
Las primeras referencias a estas predicciones son muy antiguas; En la antigua Babilonia se celebraba la “Fiesta de las Suertes” o Zamuk, en el ceremonial de Akitu del Año Nuevo Babilónico, en la que se predecía el tiempo para cada uno de los doce meses del año.
El primer tratado científico occidental sobre el tiempo lo escribe Aristóteles, que describe como válidos varios métodos de predicción a largo plazo.
En España fueron utilizadas frecuentemente hasta la década de 1940 y en Jaén, yo creo que nunca se ha dejado de hablar, aunque con los que hablas, no acaban de tenerlo claro.
Llave del año.- 1 de agosto.
Enero.- 2 de agosto.
Febrero.- 3 de agosto.
Marzo.- 4 de agosto.
Abril.- 5 de agosto.
Mayo.- 6 de agosto.
Junio.- 7 de agosto.
Julio.- 8 de agosto.
Agosto.- 9 de agosto.
Septiembre.- 10 de agosto.
Octubre.- 11 de agosto.
Noviembre.- 12 de agosto.
Diciembre.- 13 de agosto.
Para poder llevar las cabañuelas en orden, se debe tener en cuenta la procedencia del viento. Para saberlo, podemos fijarnos en las veletas de las iglesias por la mañana, y observar si los aires cambian al mediodía o en otro momento. Para predecir el fenómeno atmosférico el experto se basa en indicadores como la formas de las nubes, la dirección del viento, las características del Sol, la Luna, las estrellas, la niebla, el rocío de la mañana, el arco iris o el granizo. El comportamiento de los animales también es utilizado como pronóstico de lluvia; así tenemos la aparición de hormigas aladas, el orejeo de las mulas, que los palomos se bañen, el gato lavándose la cara, el gallo que cante de día (posible cambio de tiempo), gatos que corren y saltan (señal de viento). Aunque pareciera inviable, las personas también tenían que ver con el pronóstico, si tuviera picor o le doliera una antigua cicatriz, sería posible cambio de tiempo. Signos de lluvia podrían ser los crujidos y sonidos de muebles, el hollín que se cae de la chimenea, olor de los desagües, siembra “retorcida”, humedad en las baldosas de las habitaciones, el sarmiento que “llora” estando seco, etc…
Aportación Teórico- interpretativa en torno a las “Cabañuelas”
Aproximación etimológica: La interpretación etimológica de cabañuelas se nos ha descubierto de gran interés, de suerte que, respecto de este punto nos atrevemos a emitir la siguiente hipótesis de trabajo:
La voz Cabañuelas en su acepción de predicción a largo plazo, según es entendida a nivel popular, podría tener sus orígenes en la propia etimología del término. La palabra Cabañuelas, que hace referencia al lugar donde se celebraba La fiesta judía de los Tabernáculos o de las Cabañuelas en Toledo, por un fenómeno semántico de metonimia, pasaría de señalar el topos donde se celebraban los rituales de pronóstico de lluvias dentro de esta festividad hebrea, a significar el mismo ritual de predicción meteorológica, en un medio agrario en el cual el clima hace más que necesaria la aparición de la lluvia.
Aproximación antropológica: Las cabañuelas como forma de pronóstico meteorológico a largo plazo, consisten en relacionar días concretos del mes de agosto con cada mes del año; comenzando estas relaciones día-mes el dos de agosto que correspondería a enero, el tres a febrero y así sucesivamente hasta el 13 que correspondería a diciembre. El día uno de agosto es una fecha clave en las cabañuelas, que es conocida como la “llave del año”, de suerte que las variaciones meteorológicas habidas a lo largo de este día darán cuenta de cómo será el año en su conjunto. La predicción se efectúa a partir de la observación de los distintos fenómenos atmosféricos que tiene lugar a lo largo de cada uno de los días señalados. El fundamento último residiría en el profundo conocimiento que el labrador tiene a su medio ambiente y de su microclima. Consideramos de enorme interés recordar en este punto la “Fiesta de las Suertes”, ceremonial del Akitu, Año nuevo Babilónico, en la que se determinaban los presagios para cada uno de los doce meses del año. Sería este un ritual de creación y regeneración de los doce meses por venir. Nos encontraríamos, siguiendo a Eliade, ante una manifestación mítico-ritual anterior en muchos siglos a la cultura indoeuropea, puesto que era conocido ya por los sumeroacadios cinco milenios antes de Cristo. Relacionado con el levantamiento del tabú de la nueva cosecha en las culturas primitivas agrarias, el ritual iba orientado a predecir la cantidad de lluvia concedida al año próximo. Y este es el hecho que encontramos en la cultura judía en torno a la Fiesta de los Tabernáculos o de las cabañuelas, en cuya celebración la cantidad de lluvia para el año venidero está decidida por los cielos.
Aportación Etnográfica al tema: predicción a corto y medio plazo
Queremos comenzar la presentación de este apartado destacando el valor fundamental y fundamentalmente que la observación, el pronostico a medio y largo plazo emitido por el agricultor viene avalado por el profundo conocimiento que éste tiene de su microclima, dentro del cual la predicción del tiempo obtiene su cimentación.
Indicios en el mundo animal.
Son considerados signos o indicios de lluvia: Aparición de hormigas con alas. Orejeo de las mulas. Calambres en los animales. Cuando se bañan los palomos. Cuando se lava la cara el gato.
Indicios de cambio de tiempo: Cuando el gallo canta durante el día. La tranquilidad de los animales. Las cicatrices antiguas de heridas y amputaciones en los humanos, en sus manifestaciones de dolor, picor, etcétera. Cuando los gatos corren y saltan es señal de viento.
Indicios en seres inanimados.
Son considerados signos de próxima lluvia: Crujidos y sonidos de los muebles (del arca, principalmente). Hollín que se desprende y cae de la chimenea. Olor de los sumideros, W.C., tuberías etc. La siembra cuando aparece ” retorcida”. Cuando se cierran los cardos propios de la zona cuya fotografía y referencia científica se adjuntan. Humedad en las habitaciones aparecida en las baldosas del suelo. Los sarmientos, cuando estando secos “lloran”. Si al amanecer, en época de cabañuelas, el “pajón” de los rastrojos está “correoso” (húmedo). El olor a “tempero” por las mañanas. Cuando va hacer frío, la lumbre “chisporrotea”.
Pronóstico por el viento, nubes, sol, luna.
Cabañuelas de Ida |
Cabañuelas de Retorno |
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Día de Agosto |
Mes que representa |
Día de Agosto |
Mes que representa |
1 |
Agosto |
13 |
Julio |
2 |
Septiembre |
14 |
Junio |
3 |
Octubre |
15 |
Mayo |
4 |
Noviembre |
16 |
Abril |
5 |
Diciembre |
17 |
Marzo |
6 |
Enero |
18 |
Febrero |
7 |
Febrero |
19 |
Enero |
8 |
Marzo |
20 |
Diciembre |
9 |
Abril |
21 |
Noviembre |
10 |
Mayo |
22 |
Octubre |
11 |
Junio |
23 |
Septiembre |
12 |
Julio |
24 |
Agosto |
Luego, del día 25 al día 30 de enero de cada año se toman 2 meses, cada día en orden ascendente; por lo tanto, cada mes tiene una duración de 12 horas dentro del día.
Día de enero |
Hora |
Meses que representa |
Hora |
Meses que representa |
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25 |
0:00 a 11:59 |
Enero |
12:00 a 23:59 |
Febrero |
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26 |
0:00 a 11:59 |
Marzo |
12:00 a 23:59 |
Abril |
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27 |
0:00 a 11:59 |
Mayo |
12:00 a 23:59 |
Junio |
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28 |
0:00 a 11:59 |
Julio |
12:00 a 23:59 |
Agosto |
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29 |
0:00 a 11:59 |
Septiembre |
12:00 a 23:59 |
Octubre |
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30 |
0:00 a 11:59 |
Noviembre |
12:00 a 23:59 |
Diciembre |
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31 |
El día 31 se toman tramos de dos horas, correspondientes a cada mes en orden descendente.
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La persistencia de la creencia en la efectividad de las cabañuelas se debería, por tanto:
Fuentes:
Autora: Pilar Moreno Rodríguez.(proporcionado en el año 1997)
Profesora Titular de la Escuela Universitaria de E.G.B. de Huesca.
Miembro del Instituto Aragonés de Antropología.
La realidad y la transparencia comercial resultan contrarias a la buena fama y aceptación culinaria de algunas de las más que interesantes especies mediterráneas de pescados, dichas menores o populares, para minimizar su rango. La gente insular se relaciona especialmente con su mar, con familias pesqueras que tienen credenciales por ser económicas y eran comunes.
Los gató, gatvaire, moixina, gatí, musoletes (cazones) componen una relación esencial de capturas y materia prima excelente en la cocina de proximidad. Sobre las barcas de bou al abrir la red y en las piedras de las pescaderías se sitúan como una mera bastina y a veces desechadas.
Tienden a la rareza, parecen pequeños tiburones, son selenios de la misma casta o parientes. El peso del cine y la exhibición de sus tristes cuerpos desollados, pelados, sanguinolentos, sin piel áspera, no ayudan a vencer las dudas reticentes de ojos y paladares neófitos.
Al cocinarlos ofrecen una acreditada lista de buenos bocados, acreditados por la tradición. Son variadas muestras de la comida marinera en su expresión cultural inmediata evidente, menús construidos sobre la oportunidad, la necesidad y las capturas.
La dignidad y curiosidad de su carne —con cartílagos, sin espinas—, es obvia. Hará falta apelar a la singularidad, al efecto sorpresa, a experiencias de éxito. La autoridad brota de la fuente de la memoria de menús del entorno doméstico. Un espejo exterior es el consumo en otros lares, en Andalucía con el sabroso cazón adobado.
Más allá de la duda por el aspecto, esos parientes de los escualos, sin escamas —vetados en la dieta de judíos religiosos— convencen en sencillos platos de cuchara, tenedor o repostería, en empanadas en cocas de verdura. O secados, en ensalada payesa en Formentera, en su conserva en aceite.
Una versión arraigada, la conservadora, tiende a usar / conservar los cazones en escabeche. En frituras apenas enharinados, sobreviven con dignidad en la boca o acompañan bien otras elaboraciones, el tumbet, inevitable mosaico de verano.
La ofrenda de pescados se celebra en altares de coca con los colores de la huerta, según la temporada. Es ejemplar su adoración como secreto para saborear y dar entidad a las cocas tapadas, empanadas de viernes de Cuaresma o cocarrois raros.
Rinden en arroz de pescado, sin adheridos o con coliflor y/o alcachofa, en sopas o secas. Los rituales fideos de gató o apellidados con otra o varias especies en alianza merecen consideración más allá de la etiqueta de cocina pobre. Y su elaboración en un guiso con cebolla pochada, o en albóndigas, en Ibiza, una variante que remarca su versatilidad.
La ausencia de espinas es una característica que juega a favor, en especial entre las generaciones deshabituadas a la pala o inhábiles en la tarea de separar la carne blanca del peligro.Invitan al adobo previo con limón, pimienta y sal antes de la cocción directa o el rebozado, nueva piel que no oculta.
Este verano se publicó una operación digna de manual de trucos. En el bello libro de recetas y dibujos de Margalida Sancho, Variacions, se detalla cómo se alcanza crec-crec rojo y picante, para este y otros pescados. Para rebozar se mezclan harina, pimentón y pimienta negra. Tres horas antes de comer se sala el pescado, después de reboza una vez y más tarde otra y más.
El recetario, personal, señor y rural de son Collet, con textos de Pep-Maür Serra, Biel Mesquida, Sebastià Perelló, Mateu Coll y fotos de Jean-Marie del Moral, Tito Arabí y Joan Ramon Bonet acaba con una frase de la autora, que alcanzó los 94 años: “al final, asimismo, todo tiene el mismo gusto: el gusto de hacerlo”.
La verdad sin máscaras es la comida digna y el pescado siempre vence. La claudicación gastronómica avanza, no solo por la crisis que derrota economías particulares y asola negocios y empresas. La modernización, con la globalización imparable de las modas, marca otro canon y costumbres al comer, ya tan japonizados y víctimas de presentaciones mínimas.
La cultura de la mesa, la diversidad y la razón, sin arcaísmos de añoranza, es la confirmación del valor de lo no extravagante.
Andreu Manresa en El País
Imagine cruzar el Atlántico a bordo del granelero (buque de transporte a granel) más grande del mundo, el Vale Brasil (de 362 metros de eslora y 65 de manga), o surcar el océano Pacífico sobre la cubierta del Marco Polo o del recién estrenado Jules Verne, dos de los mayores portacontenedores de la naviera francesa CMA-CGM, que realizan la ruta entre Europa y Asia.
Muchas compañías internacionales, como el grupo alemán Hamburg Süd, el japonés MOL (Mitsui OSK Lines), o la célebre Grimaldi, ofrecen la posibilidad de navegar en sus buques. La legislación internacional permite embarcar hasta un máximo de 12 pasajeros, número que puede variar según la compañía y la ruta elegidas. Algunas de estas navieras funcionan como una línea regular, tienen rutas y puertos de escala en los que recalan con una frecuencia similar a la de cualquier crucero. Sin embargo, otras navegan con lo que se conoce como tramp ships (barcos vagabundos o de oportunidad), no tienen una ruta fija, navegan por encargo y cargan la mercancía en cualquier punto de demanda. Las rutas, fechas y horarios pueden ser modificados en cualquier momento en función de las prioridades y requisitos comerciales.
Miles de mercantes, de carga general, portacontenedores, graneleros o petroleros surcan cada día los mares y océanos del planeta. La industria mundial de la navegación de carga es gigante: cuenta con una flota de algo más de 100.000 unidades en servicio, según el último informe de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo).
La mayoría de los puertos más importantes, destinos exóticos, y no tanto, forman parte del catálogo de opciones. Singapur, el mayor del mundo en cuanto a volumen de carga anual, tanto en tonelaje como en número de contenedores, Shanghái (China), Le Havre, en el norte de Francia, Nueva York (EE UU) o Tokio (Japón), reciben a diario decenas de cargueros. A bordo de una de estas grandes naves se puede llegar a cualquier lugar, incluso a destinos donde es la única forma de acceder. Una travesía de unos días, unas semanas, o, por qué no, un par de meses si lo que se quiere es dar la vuelta al mundo, se convertirá en una experiencia diferente que nada tiene que ver con un crucero convencional.
Antes de iniciar el viaje es importante tener toda la documentación en regla y entregar copia de los documentos exigidos para embarcar y desembarcar (pasaportes, visados, vacunas, certificado médico y seguros). Es aconsejable declarar en la aduana el material audiovisual, evitará tener que pagar nuevamente algún impuesto o incluso la posibilidad de que le sea confiscado. La moneda varía según la nacionalidad del barco. El dólar, y en billetes pequeños, es la moneda más práctica.
Debe saber que algunas vacunas están sometidas a reglamentación internacional, pudiendo ser exigido por las autoridades locales del país que se visita un certificado internacional de vacunación. La de la fiebre amarilla es obligatoria en algunos países, aunque independientemente de su posible exigencia se recomienda a todos los viajeros que se dirijan a zonas tropicales de África, centro y sur de América, donde la enfermedad es endémica.
Lo primero que hay que tener presente al embarcar en un buque mercante es que se trata de un espacio de trabajo y a bordo toda la tripulación está ocupada. Hay que respetar las normas de seguridad y no transitar por las zonas donde se realizan las principales operaciones. El inglés es la lengua común, importante para poder expresarse y entender las indicaciones y consignas de seguridad.
La edad no es problema, pueden viajar desde niños a partir de los 5 años hasta mayores de 75 años, aunque a partir de esa edad se exige un certificado médico. Todas las compañías exigen la contratación de un seguro de asistencia, accidente, gastos médicos, repatriación y responsabilidad civil. En los barcos que admiten hasta un máximo de 12 pasajeros no hay médico a bordo, pero sí farmacia y enfermería, y los oficiales tienen formación en primeros auxilios.
M/V Jules Verne. Desde http://sea-jobs.net
Hay acondicionados unos pocos camarotes destinados al alojamiento de invitados y pasajeros. La cabina puede ser individual o compartida, y por lo general tienen las mismas características que la de los oficiales, y varían en tamaño y confort según el tipo de barco. Son agradables, casi todas exteriores, y están equipadas con su propia ducha y el inodoro. Disponen de una pequeña boutique donde poder adquirir algunos artículos de primera necesidad, así como lavadora y secadora.
La comida se sirve en el comedor de oficiales según el ritmo impuesto por las guardias. Tres al día en horarios que no sufren mucha variación y en función de la nacionalidad del mercante: desayuno entre las 7.00 y las 8.00, almuerzo a las 12.00 y la cena sobre las 19.00.
El pasajero tiene libre acceso a las partes comunes. En los buques que realizan travesías de más de 15 días hay generalmente una piscina, tumbonas, sauna, sala de gimnasio, salón de televisión y vídeo y una biblioteca a su disposición. El acceso al puente de mando puede estar restringido, especialmente en algunas ocasiones o durante las maniobras. Pida permiso para visitarlo.
La permanencia en puerto variará en función de los requisitos de carga y descarga. Puede oscilar entre unas horas o días. Es importante coordinar con los oficiales a cargo la posibilidad de bajar a tierra, así como planificar adecuadamente el retorno al barco. A veces, el buque tendrá que fondear a unas millas de distancia, y, en este caso, el permiso para desembarcar quizás no sea posible, o no de forma rápida y gratuita. También, aunque no es frecuente, puede que las autoridades portuarias no permitan el desembarco. El precio medio del viaje, que incluye transporte, alojamiento y comidas, oscilará entre 80 y 100 euros al día.
Finalmente, no olvide que está a bordo de un carguero; por tanto, las condiciones del viaje son muy diferentes de las que encontraría en un crucero convencional. Y por supuesto, no tenga prisa, en veinticuatro horas de navegación a bordo de uno de estos grandes buques mercantes recorrerá la misma distancia que un avión en tan solo una hora de vuelo.
Información
» Dos excelentes páginas de Internet para introducirse en el tema de los viajes en carguero son www.freightercruises.com y www.seaplus.com.
» Mer et voyages comercializa viajes tanto en crucero como en barco de carga.
» Kapitän Peter Zylmann, una empresa alemana con web también en español.
» CMA-CGM.
» Grimaldi es una de las más solicitadas.
» Hapag-Lloyd.
» Geest Line.
» Euro Afrika.
» Mitsui O.S.K. Lines, en Japón.
Miguel Ángel Arias Castro en El Viajero
‘La Dorada’, la réplica del barco de Chanquete, ha dejado de lucir como lo hacía en la serie ‘Verano azul’. Por este motivo, el Ayuntamiento de Nerja (Málaga), donde se grabó la ficción, ha pedido a RTVE que colabore con los gastos de la restauración. El presupuesto de su reparación asciende a unos 36.300 euros y las obras se centrarán principalmente en la cubierta y las piezas interiores dañadas. El barco original fue desmontado al finalizar el rodaje de la serie, en diciembre de 1980.
Desde Nerja (Málaga) a Las Provincias
El Real Sitio de Aranjuez es famoso por su palacio, por sus jardines y fuentes, y por sus fresas y espárragos. Lo que quizá se le escape al visitante es el Mar de Ontígola y el Mar Chica, dos lagunas artificiales de alto valor ecológico que se encuentran dentro de la reserva natural El Regajal-Mar de Ontígola.
El conjunto, que ocupa 653 hectáreas, está considerado como uno de los más importantes ecosistemas del sur de Madrid. En marzo del año pasado, el Ayuntamiento de Aranjuez (Partido Popular) decidió devolver a Patrimonio del Estado ambas lagunas por no poder hacer frente a su mantenimiento. Un año después, siguen esperando la respuesta del Gobierno (PP), que se las cedió al municipio en 1995 para complementar el riego de los parques.
Su origen se remonta a 1552, cuando Felipe II, siendo Príncipe de Asturias, ordenó su construcción con el fin de recoger agua para surtir a las fuentes y jardines del Real Sitio.
“Es imposible para un municipio como el nuestro asumir el coste de su mantenimiento, en un cálculo hechogrosso modo nos íbamos a los 25 millones”, explica José González Granados, concejal de Medio Ambiente. La situación se complicó en 2011, cuando la Dirección General del Agua clasificó la presa del Mar de Ontígola como de categoría A. Eso implicaba asumir una serie de obligaciones, como la realización de un plan de emergencia ante una rotura o mal funcionamiento, que “exceden los medios y capacidad del Ayuntamiento”. El edil recuerda que “no se trata solo de los valores medioambientales, sino históricos y arquitectónicos que reúne el conjunto”.
La presa, que empezó Juan Bautista de Toledo y finalizó Juan de Herrera en 1572, continúa cumpliendo la función de retención de aguas, pero es casi imposible contemplar la imponente obra de ingeniería realizada con piedra de colmenar, oculta entre capas de vegetación. Ni siquiera adivinar que existe, a no ser que se conozca su ubicación. El crecimiento incontrolado de las plantas acaba, además, obstruyendo los aliviaderos que evitan que se desborde, sostiene Miguel Galarza, de Ecologistas en Acción. La última inundación grave ocurrió en 1990.
El Mar de Ontígola, una laguna alimentada por el arroyo del mismo nombre, tiene una longitud de unos 1.500 metros por 500 de anchura máxima, una profundidad de entre cinco y seis metros y una superficie de poco más de 13 hectáreas.
Galarza puntualiza que el arroyo recibe las aguas de la depuradora del pueblo de Ontígola, ya en Castilla-La Mancha. “Es una población que ha crecido mucho, y hay ocasiones en las que la planta de depuración rebosa y esa agua sucia es el que llega aquí”, asegura.
No es el único fallo de mantenimiento. Los lodos están colmatando el vaso de la laguna, y el carrizo, una planta invasiva, come poco a poco terreno a la lámina de agua, cuyo cuidado corresponde a la Confederación Hidrográfica del Tajo. “Con el paso de los años, puede llegar a desaparecer. En un momento u otro habría que intervenir”, explica el concejal de Medio Ambiente.
Pero, al mismo tiempo, advierte que se trata de un entorno muy delicado, y es necesario llevar a cabo estudios muy serios antes de acometer ningún tipo de actuación. En el Regajal-Mar de Ontígola y zonas limítrofes se han detectado 67 especies de aves nidificantes, 15 de reptiles, ocho de anfibios y unas 700 de mariposas.
Figuras de protección no le faltan. La Comunidad de Madrid (PP) calificó esta área como reserva natural en 1994. Es además Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Carrizales y Sotos de Aranjuez, y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Vegas, Cuestas y Páramos del sureste de Madrid.
Quizá la solución no esté tan lejana. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo aseguran que se ha redactado un proyecto “que se encuentra a punto de salir a información pública” —no dan fecha exacta— para rehabilitar y acondicionar la presa y los mares de Ontígola y Chico.
La actuación parte de un acuerdo suscrito entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Aranjuez hace ya siete años, y contempla la recuperación del cauce del arroyo Ontígola, aguas abajo hasta el río Tajo, cuya desaparición provoca inundaciones periódicas en Aranjuez. También está previsto construir un aliviadero lateral para “adecuar la presa a la normativa actual” y prevenir futuras avenidas incontroladas de agua, aseguran las citadas fuentes.
Los entomólogos europeos visitan desde el siglo XIX los montes del Regajal, en Aranjuez, atraídos por sus mariposas. En la reserva El Regajal-Mar de Ontígola viven unas 700 especies. “No es donde hay más mariposas, pero si un lugar muy particular por la cantidad de especies botánicas que crecen, lo que hace que existan mariposas raras”, explica José Luis Viejo, catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid. En la comarca de Aranjuez hay entre 600 y 800 tipos de plantas, “más que en toda Suecia”.
José Luis Viejo es autor, junto al entomólogo Carlos Gómez de Aizpurúa y a José González (concejal de Medio Ambiente de Aranjuez), de cinco libros en los que se han documentado 303 variedades de mariposas de la zona, lo que equivale al 7% de los lepidópteros de la Península Ibérica.
Detrás quedan 10 años de estudios, cortados porque la Comunidad de Madrid dejó de financiar el proyecto.
El catedrático advierte de la necesidad de cuidar este entorno, sometido ya a graves agresiones: las autovías N-IV y R-4, y el Tren de Alta Velocidad discurren por mitad de la finca donde se reproducen las mariposas. Y añade: “Los lepidópteros son insectos que solo comen un tipo de planta y si esta desaparece, mueren”.
Esther Sánchez en El País